lunes, 7 de noviembre de 2011

La revolución de las hormona

Vivimos responsabilizándolas de tantos males…De nuestro mal humor, de esos kilitos de más o de menos, del calor que nos carcome, del frío que nos atraviesa, del cansancio… Las hormonas siempre son las culpables, es que no hay proceso del organismo que no esté regulado, en alguna medida, por ellas, por lo tanto, son la excusa perfecta. Y no hay una edad para que hablen, pueden hacerlo a lo largo de toda la vida.
Cuando todo va bien, el organismo funciona como un relojito, pero si hay una carencia o un exceso en la  producción hormonal, el desequilibrio es inmediato.  Aunque no siempre el desbarajuste es producto de un problema, la mayoría de las veces es producto de  la edad.
Saber a qué atenernos  ayudará a que identifiquemos determinadas reacciones y situaciones personales:
De los 11 a los 19: entre los 8 y los 14 años, las hormonas hipotalámicas marcan el inicio de la pubertad. Los ovarios y los testículos empiezan a segregar hormonas sexuales y los cambios se suceden a diario, tanto en lo físico como en lo anímico.
A los 20: el mapa hormonal  ya se ha estabilizado.  A esta edad, el síndrome premenstrual y los dolores menstruales son los motivos más frecuentes de consulta médica. Sobra energía y libido, las relaciones de pareja son más estables, y el uso de anticonceptivos suele inhibir y hasta imitar la acción de algunas hormonas.
Treintañeras: para las mujeres es una época difícil. El reloj biológico empieza a jugarnos en contra. Si decidimos ser madres, el embarazo será otra gran revolución hormonal de nuestra vida. Además, se pierde tono muscular y se acumula grasa con más rapidez. La piel también dice lo suyo: pierde ácido hialurónico y colágeno, lo que significa que estará menos tersa y radiante.
Cuarentonas: muchas mujeres ingresan en esta etapa en la perimenopausia, periodo de tránsito hacia la menopausia en el que descienden los estrógenos y la progesterona. A partir de los 45, puede haber insomnio, sofocos, disminución del deseo sexual. Definitivamente, la grasa se concentra en el vientre y las caderas.
A partir de los 50: Si nuestros óvulos no han dejado ya de producir estrógenos, están a punto de hacerlo. Hay más sofocos, palpitaciones, irritabilidad, y se pierde cierto blindaje contra las enfermedades del corazón. Los huesos se vuelven más porosos. Ya ha empezado la menopausia. El dato alentador: la vida sexual mejora porque se pierde el miedo a quedar embarazada. Algo bueno tenía que pasarnos….
Superado el impacto de estos párrafos, les aconsejo ponerse el mejor vestido, los zapatos más increíbles, y salir. Otra cosa, mirarse de reojo en las vidrieras ayuda más que hacerlo en el espejo del vestidor.
¿En qué trance hormonal está tu vida?

Fuente. http://ar.mujer.yahoo.com/blogs/desesperadas/la-revoluci%c3%b3n-las-hormona-142706529.html

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