Vivimos responsabilizándolas de tantos males…De nuestro mal humor, de
esos kilitos de más o de menos, del calor que nos carcome, del frío que
nos atraviesa, del cansancio… Las hormonas siempre son las culpables, es que no hay proceso del organismo que no esté regulado, en alguna medida, por ellas, por lo tanto, son la excusa perfecta. Y no hay una edad para que hablen, pueden hacerlo a lo largo de toda la vida.
Cuando todo va bien, el organismo funciona como un relojito, pero si hay una carencia o un exceso en la producción hormonal, el desequilibrio es inmediato. Aunque no siempre el desbarajuste es producto de un problema, la mayoría de las veces es producto de la edad.
Saber a qué atenernos ayudará a que identifiquemos determinadas reacciones y situaciones personales:
De los 11 a los 19: entre los 8 y los 14 años, las
hormonas hipotalámicas marcan el inicio de la pubertad. Los ovarios y
los testículos empiezan a segregar hormonas sexuales y los cambios se
suceden a diario, tanto en lo físico como en lo anímico.
A los 20: el mapa hormonal ya se ha estabilizado.
A esta edad, el síndrome premenstrual y los dolores menstruales son
los motivos más frecuentes de consulta médica. Sobra energía y libido,
las relaciones de pareja son más estables, y el uso de anticonceptivos
suele inhibir y hasta imitar la acción de algunas hormonas.
Treintañeras: para las mujeres es una época
difícil. El reloj biológico empieza a jugarnos en contra. Si decidimos
ser madres, el embarazo será otra gran revolución hormonal de nuestra
vida. Además, se pierde tono muscular y se acumula grasa con más
rapidez. La piel también dice lo suyo: pierde ácido hialurónico y
colágeno, lo que significa que estará menos tersa y radiante.
Cuarentonas: muchas mujeres ingresan en esta etapa
en la perimenopausia, periodo de tránsito hacia la menopausia en el que
descienden los estrógenos y la progesterona. A partir de los 45, puede
haber insomnio, sofocos, disminución del deseo sexual. Definitivamente,
la grasa se concentra en el vientre y las caderas.
A partir de los 50: Si nuestros óvulos no han
dejado ya de producir estrógenos, están a punto de hacerlo. Hay más
sofocos, palpitaciones, irritabilidad, y se pierde cierto blindaje
contra las enfermedades del corazón. Los huesos se vuelven más porosos.
Ya ha empezado la menopausia. El dato alentador: la vida sexual mejora
porque se pierde el miedo a quedar embarazada. Algo bueno tenía que
pasarnos….
Superado el impacto de estos párrafos, les aconsejo ponerse el
mejor vestido, los zapatos más increíbles, y salir. Otra cosa, mirarse
de reojo en las vidrieras ayuda más que hacerlo en el espejo del
vestidor.
¿En qué trance hormonal está tu vida?Fuente. http://ar.mujer.yahoo.com/blogs/desesperadas/la-revoluci%c3%b3n-las-hormona-142706529.html
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